lunes, 21 de marzo de 2011

Pensamientos sobre la coquetería, un artículo del año 1854.



Este artículo, firmado por Antonio Pirala, fue publicado en el número 55 de la segunda época de la revista El Correo de la Moda, el 24 de febrero de 1854, en él el historiador instruye a las señoritas que leían la revista sobre un tema tan espinoso, para la época, como la coquetería, sin entrar a valorar los pensamientos que en él refleja; concluye el artículo dejando que sean las propias lectoras quienes las juzguen y aprovechen de ellos lo que a cada una, según su propio carácter, mejor le parezca. Como es habitual mantenemos la ortografía original del siglo XIX.
Virginia Seguí



Pensamientos sobre la coquetería. Por Antonio Pirala

A lo que expusimos en nuestro anterior artículo, vamos a añadir algunos de los mas notables pensamientos que, sobre la coquetería han emitido distinguidos escritores de uno y otro sexo.
En cortas líneas se emite siempre un pensamiento sublime, que no necesita ser enaltecido por las palabras. El encierra todo un libro, y por esto se detiene uno reflexionando sobre ellos.
Los pensamientos son flores de la imaginacion; y las flores no necesitan hojarasca para lucir.




Así ofrecemos en este artículo una guirnalda de bellísimas flores, sin que nos quepa otro mérito que el haberla tejido.
Citaríamos gustosos á todos los autores; pero no recordamos el nombre de algunos, ignoramos el de otros, y ya fuera en notas ó en el texto daria pesadez tanta cita. Beauchene, Larochefoucauld, Florian Adelina, La Bruyere, y otros y otras son sus autores. Dicen así
- La coquetería, no es siempre un buen guia para las mujeres, pero les dá frecuentemente buenos consejos.
- El mayor milagro del amor es curar la coquetería.
- La envidia es destruida por la verdadera amistad, y la coquetería por el amor.
- Las mujeres deben mas arte á la coquetería que á la naturaleza
- Más fácil es sorprender á un centinela enemigo que á una coqueta


- La coquetería para muchas mujeres es un sesto sentido, mas activo que los otros cinco.
- La coqueta piensa que en el amor como en la guerra son permitidas todos las astucias.
- Los almacenes de modas pueden ser mirados como los arsenales de la coquetería.
- La francesa, fria por temperamento y coqueta por vanidad, desea mas bien brillar que agradar: busca la distraccion no el placer.
- Si las mujeres coquetas supieran el desprecio que inspiran en los hombres sensatos, se estremecerían al solo deseo de identificarse con tal carácter.
- El adorno en las mujeres no es mas que un suplemento á las gracias de la persona, y una confesion tácita de que tienen necesidad de recursos para agradar. La verdadera coquetería es algunas veces esmeradas, nunca fastuosa.


- Las mujeres empiezan ácorromperse por la coquetería, la ociosidad y el lujo: los hombres terminan su obra por la galantería.
- Las mujeres deben á los hombres sus defectos, sus estravagancias, y y aun su coquetería.
- La señora de Coigny ha dicho que una que toma un amante es una soberana que abdica.
- Las mujeres se pierden por la sensibilidad y se salvan por la coquetería.
- El corazon de una coqueta es un palenque abierto por todas partes: en él se admite á todos los que se presentan, cuidando, sin embargo, no conceder el premio de la lucha sino á aquel de los campeones que no ha tenido otro arte que saberla agradar ó herir su vanidad.
- Las coquetas hacen gala de ser celosas de sus amantes para ocultar que son envidiosas de las otras mujeres.
- Las mujeres no conocen toda su coquetería.


- La coquetería es un gusto que no se pierde con la edad. Hay la misma coquetería á los 20 años que a los 60: varian los fines.
- La coquetería es a veces un pensamiento para las que quieren permanecer fieles. Hacen nacer un sentimiento para tener el placer de combatirle; pero son presa frecuentemente de los lazos que se han tendido.
- La coquetería es innata en las mujeres; pero no la practican todas, conteniendo á algunas (á las mas sensatas) el temor ó la razon.
- Es tan natural la coquetería en ciertas mujeres, que nada les cuesta satisfacerla: el reposo, la vida, hasta el honor de los hombres, todo les es indiferente en tanto que encuentren adoradores. Quieren agradar á todos sin amar á ninguno. Hacen un juego de sus rivalidades, de sus pasiones, de sus tormentos, sin pensar mas que en multiplicar las cadenas en vez de dulcificarlas. Su gloria es hacer esclavos mas bien que dichosos.
- La coquetería dá  mas pesadumbre á la una coqueta que el amor.
Mas pensamientos presentaríamos sino temiéramos la pesadez; pero basten los expuestos.
Ni los admitimos ni los rechazamos todos Sean jueces nuestras lectoras, y escoja y aprenda cada una los de su mayor agrado, los que estén mas en armonía con sus sentimientos.
A. Pirala

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