martes, 26 de febrero de 2013

Erasmo de Roterdam (1466-1536)


Holbein-erasmus.jpgErasmo de Roterdam (1466-1536)
Educación del príncipe cristiano (1516)
Un resumen:

Instrucción de un príncipe (Carlos). Se contrapone con “el príncipe de Maquiavelo (1513) que es amoral, pesimista; que sólo se preocupa del engrandecimiento material de las naciones mediante una razón de estado abusiva. Se publica en 1516 igual que el libro de Tomás Moro “Utopía”.
Gobernante católico erásmico
De forma paradigmática se necesitan gobernantes honestos que añadan a los valores de una vida humana y cristiana los conocimientos y técnicas propias de su oficio, y las virtudes propias de su responsabilidad.
Objetivo del gobernante
El bien público por delante de cualquier personalismo. La salvación del Estado y de la sociedad es una cuestión de moral individual y de educación intelectual.
Axioma a su práctica
El rey no es dueño de los bienes particulares de sus vasallos ni del bien común del propio estado, sino en cierta medida. El príncipe reina para servir al pueblo, no para servirse de él.
Objetivo de Erasmo con la escritura del libro hacia el príncipe
Propone que el príncipe sea sabio: cuanto más sabio sea, mayor será la felicidad de la república, y advierte que su objetivo no tiene otra mira que la de servir al bien público.
Puntos clave de Erasmo como hombre
El evangelismo (figura de Cristo como arquetipo de la perfección del hombre), la pedagogía (aparece como la base de la revolución industrial), irenismo o pacifismo integral (pacifismo radical y convencido).


CAPITULO I
NACIMIENTO Y EDUCACIÓN DEL PRINCIPE CRISTIANO
Formación del príncipe
No existe otro momento mas idóneo de formar o corregir al príncipe que cuando el todavía no sabe que es príncipe.
Postura del preceptor
Tal debe ser el preceptor del futuro príncipe, que, como muy acertadamente dijo Séneca, por un lado sepa reprender sin injuria, por otra alabar sin adulación.
Preceptor y su deuda con la patria
Tú, maestro, piensa cuanto debes a tu patria, la cual te confió la suma de su felicidad. De ti depende disponer un numen favorable de los males de la patria o introducir una peste y epidemia fatales.
Inicio del modelado cuando-como
La sabiduría tiene su infancia, del mismo modo la piedad. Inicia con cuentos, símiles.
Mejor opinión de Cristo
Que lo que Aquél enseñó, a nadie más que el príncipe atañe.
Verdaderos bienes del príncipe
Oiga que la dignidad, grandeza y majestad del príncipe no deben ser adquiridas ni protegidas por el estereotipo de la fortuna, sino por la sabiduría, integridad y los rectos.
Ser príncipe
Si no fueras filósofo, tú no podrías ser príncipe, sino tirano. Ser filósofo y ser cristiano es diferente en los términos, pero en la realidad es lo mismo.
Tres tipos de nobleza
La más alta nobleza conviene al príncipe, pero hay que tener en cuenta que los tipos de ésta son tres: el primer tipo nace de la virtud y de las acciones rectas, el segundo procede del conocimiento de las más honestas disciplinas, el tercero es juzgado por la configuración de los astros el día del nacimiento, por los títulos de los antepasados o por las riquezas.
Verdadero cristiano-teólogo
Quien abraza a Cristo con afectos íntimos y Le imita con actos justos. Aprender y conservar las leyes de Cristo, tu Emperador.
La cruz del príncipe
Seguir el camino recto, no violentar a nadie, no expoliar a nadie, no vender ninguna magistratura, no dejarte sobornar.
Ánimo del príncipe
El ánimo del príncipe debe estar repleto ante todo de principios y sentencias para que sea sensato de la razón, no desde la experiencia. Por otra parte, los consejos de los viejos suplirán la experiencia que la edad negó.
Símil al príncipe
El príncipe bueno es la viva imagen de Dios, el príncipe malo y pestilente representa la imagen del demonio.
Transmisión de la triada divina
La teología cristiana atribuye a Dios tres cualidades principales: poder sumo, sabiduría suma, suma bondad. Esta triada debería transmitirla con todo su empeño.
Responsabilidad del mando
En suma, quien es apto para el reino debe ser al mismo tiempo diligente, bueno y sabio.
Diferencia entre rey y tirano
Voy a resumir diciendo que la característica con que Aristóteles distingue en su Política al príncipe del tirano, a saber, este último busca su provecho, aquél el de la república.
Odio y maldición – simpatía y laúdes
El que instruye al príncipe, se preocupará de inculcarle incluso el odio a los nombres de tiranía y despotismo, maldiciendo frecuentemente nombres detestados por el género humano: Falaris, Mecencio; Dionisio el Siracusano, Nerón, Calígula; Dominiciano, quien habría querido ser llamado dios y señor.
Retrato de un verdadero príncipe
Que la felicidad de su pueblo dependa únicamente de su virtud.
Ejemplo de los grandes reyes
El rey de las abejas tiene la celdilla más amplia situada en el centro como el lugar más seguro para él. Y él, sin duda, anda libre de carga, pero es el animador de las tareas de los demás. Rechazado éste, todo el enjambre se dispersa. Más aún, el rey tiene una belleza sin igual, diferente a los demás por su volumen y brillo. Pero se distingue notablemente de los demás por estas características, como dice Séneca: porque siendo las abejas tremendamente irascibles, hasta el punto que dejan los aguijones dentro de la herida, sólo el rey carece de acúleo. No quiso la naturaleza que fuese cruel ni que pidiese venganza que había de costarle cara y le quitó el dardo y dejó su ira desarmada. Magnifico ejemplo éste para los grandes reyes.
Retrato del tirano
Si ahora buscas el retrato de un tirano piensa en el león, el oso, el lobo o el águila que viven a base de desgarrar y depredar.
Pronunciación de Cristo sobre el príncipe
“Los príncipes de los gentiles, dice, dominan sobre ellos y los que tienen poder los tiranizan, pero entre vosotros no será así.”
Paternalidad del príncipe
Un buen príncipe debe tener hacia sus ciudadanos la misma disposición que un buen padre de familia para los de su casa.
Origen real
La virtud primeramente hizo a los reyes.
Monarquía
El poder se concentra en manos de uno solo, así también, siguiendo el modelo divino, el monarca debe aventajar a todo los demás en sabiduría y bondad y, no careciendo de ninguna de estas cualidades, nada debe procurar más el provecho de la república.
Mas valdría que la monarquía quedase moderada y equilibrada combinándose con aristocracia y democracia para que jamás degenerase en tiranía, sino que, al nivelarse estas tres formas de gobierno entre sí, la república adquiriese consistencia.
Jenofonte
Jenofonte escribió en su opúsculo Economía que gobernar a hombres libres y bien dispuestos ante el mando es algo más divino que humano; mezquino, gobernar a animales irracionales y esclavos sometidos.
Alma : cuerpo :: príncipe : pueblo
El poder del príncipe sobre el pueblo es como el del alma sobre el cuerpo. El alma rige el cuerpo, porque sabe más que él, pero lo hace con mayor provecho del cuerpo que de sí misma. Además, la felicidad del cuerpo consiste en que el alma lo gobierne.
Lo que es el corazón en un ser animado, eso es el príncipe en la republica.
Cristo modelo supremo
En el señor está el modelo absoluto de toda virtud y sabiduría.
Un príncipe pagano
Un príncipe pagano tiene como derecho oprimir a los suyos por el miedo, obligarles a obras serviles, requisarles sus posesiones, despojarles de sus bienes y, finalmente, convertirlos en mártires; sí, éste es el derecho de un príncipe pagano.
Derecho de príncipe
Nadie consigue más que el que no exige sino lo que no merece. Existe una mutua relación entre el príncipe y el pueblo. El pueblo te debe tributo, acatamiento, honor. Pero tú en correspondencia le debes al pueblo ser un príncipe bueno y vigilante.
Modelo de gobierno
El modelo ideal de buen gobierno debe tomarse de Dios y del que es hombre y Dios, Cristo, de cuyos dogmas deberán derivarse principalmente los preceptos de un bueno gobierno.
Vigilancia del príncipe
Un príncipe siempre deberá estar vigilante para que él, que si se equivoca perjudica a muchísimos, con cometa errores. El buen rey, opuesto que gobierna a muchísimos, debe ser más vigilante y no más insolente.
Fortaleza de un príncipe
Saludable es la prudencia que cuando ve un peligro nos enseña a evitarlo, que nos impide caer en actos vergonzosos y perjudiciales.
Signos
Ojo y cetro (jeroglíficos), cigüeña (piedad) y hipopótamo (feroz-dañino)
Alabanza para un príncipe
Si tiene ojos igualmente en la espalda y en la frente, según dijo Homero; o sea, si sabe muchísimo mirando al pasado y previendo el futuro, que todo lo que sabe, lo sepa para la patria, no para sí mismo.
¿Qué se exige a fin de cuentas a un príncipe? (Aristóteles “Política”)
Que satisfecho con la medianía en sus asuntos particulares, posea la más elevada y absoluta virtud en los públicos.
Incongruencia de pedido
Por tanto, quien quiere que le sea lícito a un príncipe lo que va en contra de la naturaleza y de la razón de su príncipe, ése, despojando al príncipe de su honor, lo convierte en uno cualquiera de la plebe.
Cuidado primero
El cuidado primero y principal del que instruye al príncipe, como se ha dicho, consiste en arrancar de lo más profundo de su alma las opiniones depravadas del vulgo, si en ella se hubiesen aposentado, e inculcarle otras saludables y dignas de un príncipe cristiano.
CAPITULO II
COMO DEBE UN PRÍNCIPE EVITAR LA ADULACIÓN
Carácter animalezco
Diógenes: “qué animal era más nocivo de todos”, dijo: “Si hablas de las fieras, el tirano, si de los animales domésticos, el adulador.”
Nodrizas
Que las nodrizas se comporten como personas absolutamente inmunes al morbo de la adulación o afectadas por él lo menos posible.
Adulador más pestilente
Quienes halagan so capa de libertad y con tan admirable artimaña lo critican que en realidad lo ensalzan, y cuando lo censuran están alabándolo.
Filantia
Desmesurado amor a sí mismo, se muestra fácil con los demás aduladores, porque ya él personalmente lo hacía por propia iniciativa.
Adulación en el arte
Retratos y títulos de un príncipe, aduladores en sí.
Los libros hablan
Los libros aconsejan con libertad, una mala lectura inficciona el ánimo.
Que es lo primero que debe leer un príncipe
Primer lugar: Proverbios de Salomón, el libro del Eclesiástico, el libro de la Sabiduría, segundo lugar: los Evangelios; tercer lugar: los Apotegmas de Plutarco y sus obras morales, Séneca. Pasajes de La Política de Aristóteles y de Los Deberes de Cicerón.
 
CAPITULO III
LAS ARTES DE LA PAZ
Conocer territorios de su jurisdicción
Por tres medios:la Geografía,la Historiay por el frecuente recorrido de sus regiones y ciudades.
Amor hacia los suyos
Afánese, por amar la región que gobierna y sienta hacia ella el mismo afecto que un buen agricultor hacia el fundo heredado o un hombre honrado hacia su familia, y procure sobre todo entregar el reino recibido mejor de lo que él lo tomó, cualquiera que sea su sucesor.
Relación con naciones extranjeras
Gran fuerza para ganarse la benevolencia tiene el linaje y la patria y, por así decirlo, es característica común a ambos. No hay nada más molesto y pernicioso para la patria, ni más peligros para el príncipe que viajes a países muy lejanos, principalmente si se prolongan en el tiempo.
El discurso
El ánimo de un príncipe se reconoce con mayor seguridad por su palabra que por la forma de vestir propia de su rango. Debe poner sumo cuidado para que todo lo que dice, tenga el sabor de la virtud y manifieste el alto pensamiento de que es capaz.
Suprema aspiración del príncipe
La suprema aspiración de un buen príncipe debe ser no sólo asegurar la felicidad actual de la república, sino también entregarla a su sucesor más floreciente de lo que la recibió.
 
CAPITULO IV
LOS IMPUESTOS Y LAS EXACIONES FISCALES
Exacciones fiscales
Deben evitarse las exacciones excesivas. Si alguien desempolva los viejos Anales se dará cuenta de que la mayor parte de la sediciones se originó a causa de una política fiscal desorbitada.
Gran impuesto
Por tanto, aumenta muchísimo la riqueza de un príncipe, como se ha dicho, reduciendo los gastos y conforme al proverbio “gran impuesto es el ahorro”.
 
CAPITULO V
LA BENEFICIENCIA DEL PRINCIPE
Su modelo
El tipo de beneficencia que debe practicar especialmente el príncipe, es el de no acarrear perjurio ni injusticia de nadie. Le corresponde a un príncipe cristiano no tener a nadie como extranjero, sino a quien no participe de los sacramentos de Cristo e incluso a éstos no debe nunca injuriarlos.
 
CAPITULO VI
PROMULGACION Y REFORMA DE LAS LEYES
Legalidad en la república
Un príncipe bueno, sabio e íntegro no es más que una encarnación viva de la ley. Intentará no dar muchas leyes, sino que sean excelentes y especialmente saludables para la república.
Favor de las leyes
Las leyes no sólo castiguen a los delincuentes, sino que animen también con premios a prestar buenos servicios a la república.
 
CAPITULO VII
LAS MAGISTRATURAS Y LOS CARGOS PUBLICOS
Funcionarios del príncipe
El príncipe debe exigir a sus funcionarios la misma integridad que él practica o muy próxima a la suya. Del mismo modo no le basta al príncipe con tener magistrados justos si él no es lo más justo, por quien los demás son elegidos y enderezados.
 
CAPITULO VIII
LOS PACTOS
Pactos tácitos entre príncipes
Las escrituras incluso originan pleitos. Por eso, entre príncipes buenos y sabios aunque no medie ningún pacto, subsiste la amistad.
Parte de su sabiduría
Que un príncipe conozca la idiosincrasia de todas las naciones así como sus costumbres.
 
CAPITULO IX
LAS ALIANZAS MATRIMONIALES DE LOS PRINCIPES
Alianza matrimonial
Cásese el príncipe con una mujer de su reino o de los reinos más próximos. La mujer que es buena esposa del príncipe tiene bastante nobleza esa su origen el que fuere.
Alianza entre reinos
Con alianzas de este tipo, tal vez se aumenten los intereses de los príncipes, pero los del pueblo se atenúan y se reducen.
 
CAPITULO X
LAS OCUPACIONES DE LOS PRINCIPES DURANTE LA PAZ
Asuntos en tiempos de paz
No conviene que duerma una noche entera aquel a quien se han encomendado tantos pueblos y que debe ocuparse de tantos asuntos. Persas malos ejemplos.
Resultados de su trabajo
Un buen príncipe debe convencerse íntimamente de que nada mejor puede hacer que, sea cual sea el reino que le tocó en suerte, lo entregue a su heredero más floreciente y en todos los órdenes mas embellecido.
 
CAPITULO XI
LA DECLARACIÓN DE GUERRA
Epidemia
La epidemia bélica nacida en un lugar se propaga enseguida a los vecinos, y de ahí incluso a los más alejados.
Guerra inevitable
Si no puede evitarse hecho tan deplorable como la guerra, la inmediata preocupación del príncipe será que se realice con el mínimo perjuicio de los suyos y con el mínimo derramamiento de sangre posible y que se termine lo antes posible.
Orador
La misión de los oradores consistía en arrancar de raíz de los ánimos de las masas las pasiones que conducen a la discordia.
Evitar la guerra entre cristianos
Hagan con seriedad y todo corazón que se termine entre los cristianos tan prolongada y repugnante furia guerrera y, que entre ellos, a quienes unen tantas garantías, se consoliden la paz y la concordia. Para esto desplieguen su talento, gasten sus energías, encaminen sus planes y dirijan todas sus fuerzas. Quienes afanen por parecer grandes, demuéstrenselo a sí mismo con tal proceder.
Cristo príncipe de la paz
Sólo queda Cristo, bondad y grandeza supremas (y a Él se lo ruego) lleve a término con prosperidad tus egregios esfuerzos. Él te dio un imperio incruento.
 
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